Corría el año 1995 y, sí amigos, eran otros tiempos. Si bien es cierto que ya había habido monumentales decepciones al adaptar algunas películas a videojuegos (no quiero ni recordar la adaptación, si se le puede llamar así, de la película E.T. para Atari 2600), todavía había productoras y compañías que hacían grandes videojuegos basados en franquicias cinematográficas.
Una de estas compañías era Disney Interactive y uno de sus mayores logros fue Toy Story. Hoy, en El Cartucho Cinéfilo, analizamos el que fue, para un servidor, uno de los mejores juegos de Mega Drive.
Toy Story, versión película, fue todo un pelotazo. Se estrenó en las navidades de 2005 y fue la primera colaboración entre Disney y Pixar (por aquel entonces eran compañías separadas hasta que en un año después Disney la comprara por más de 7.000 millones de dólares) y tiene el hito de ser el primer largometraje comercial animado íntegramente por ordenador.
El argumento no os lo voy a detallar (¿hay alguien que no la haya visto? xD) pero en líneas generales narra la historia de unos juguetes con vida propia: Woody, un juguete de un sheriff del oeste, que es el preferido de su dueño, Andy, y Buzz Lightyear, un flamante juguete de un héroe interestelar que pone en peligro el status de favorito de Woody. La acogida de público fue brutal y, a pesar de costar la friolera de 30 millones de dólares, acabo recaudando 10 veces más: más de 350 millones de dólares.
Ante semejante éxito comercial y como parte de la campaña publicitaria de la película, Disney interactive lanzó un videojuego a las consolas latentes en aquella época, Mega Drive, SNES y Game Boy, a parte de una versión para PC.
Ambas versiones para las consolas de sobremesa fueron similares excepto en que su versión SNES poseía unos colores más vivos en pantalla y un sonido de más calidad, mientras que en su versión de Mega Drive tenía una mayor resolución de pantalla y una fase extra, todo un regalito para los afortunados usuarios de la consola de Sega (entre los que me encontraba).
El juego, para ser sinceros, era una pasada. En la mayoría de sus fases se trataba de un juego plataformero de toda la vida, aunque muchas de éstas tenían bastante variedad: desde una huida a lomos de Rex (el juguete dinosaurio de Andy) hasta una divertida fase en la que avanzabas escondido dentro de un vaso de bebidas en una pizzería y debías esconderte cuando pasaban personas de verdad.
A parte de estas fases de plataformas puras, había otras en las que te enfrentabas cara a cara con Buzz, también en scroll lateral, y otras aun más diferentes. Había un par de ellas que funcionaban como un juego de conducción al más puro estilo del clásico Micromachines, salvando las distancias.
Otra que era una especie de minijuego dentro de una máquina de recreativa de esas con el gancho y los juguetes para coger (y los marcianitos de tres ojos: ¡el Gaaaaaancho! xD). Había incluso una que cambiaba la vista a primera persona y debías moverte por un laberinto dentro de la máquina expendedora. Y, para terminar la variedad, estaba la fase extra en Mega Drive, también de conducción, pero esta al estilo de otro clasicazo: Outrun.
Toda esta variedad ya era suficiente para convertirlo en un gran juego, pero es que además todo lo que se movía en pantalla era de una factura técnica increíble, con unos sprites muy grandes (cuyas animaciones en su mayoría fueron diseñadas por la misma Pixar) y unos niveles de diversión siempre en cotas muy altas.
Si a esto le sumabas que yo era un chavalito de apenas 12-13 años al que le flipaban los ordenadores, lo que convirtió Toy Story en su película favorita de Disney... como decía, para mí, uno de los mejores juegos que vieron la luz en esa tremenda consola que fue Mega Drive. Y eso que la competencia, incluso dentro de la misma Disney Interactive, era bastante fuerte. El Rey León también tuvo una buenísima adaptación para consolas e, incluso, un año antes, el videojuego de Aladín también hizo las delicias de muchos usuarios.
Pero eso... ya se va mereciendo otro Cartucho Cinéfilo ;)
3 comentarios:
lo tengo todavía en casa...muahahahaha
Fue un juegazo de plataformas al nivel de Aladín o el rey león ;).
sisisi, la redacción de este post ya se mereció rejugarlo un rato ;)
Publicar un comentario