Hace algunas semanas publiqué por estos lares un post sobre Battletoads afirmando, casi sin miedo, que podía ser uno de los videojuegos más difíciles a los que había jugado. Hoy, sin duda alguna, me retracto de mis palabras: el juego más difícil al que he jugado jamás se llama Syobon Action, sí, el juego del Gato-Mario.
Una auténtica rareza indie que quizá alguno ya conozcáis pero que merece ser recordada y compartida. ¿Queréis ver cuánto de jodío es este Syobon Action? Venid conmigo y os lo cuento.
Quizá haya por ahí alguno que no me crea y que diga: ¡bah! no puede ser tan difícil. Para aquellos que piensen así, les invito a probarlo por ellos mismos antes de seguir leyendo. Eso sí, no me hago responsable de las cosas que podáis romper por la furia de no poder pasároslo. Si lo jugáis, lo entenderéis.
El juego es totalmente gratuito y está disponible para Windows, Linux, iOS y AmigaOS, en un claro guiño retro. Os dejo aquí el enlace a su página de sourceforge:
Su creador es japonés, así que las versiones que podéis descargar arriba están en el idioma del país del Sol Naciente. Para el resto de mortales que no entendemos japonés hay una página no oficial dónde podéis descargaros la versión traducida al inglés:
Para que os hagáis una idea de la dificultad del juego, el creador no se molestó en poner un número limitado de vidas para el jugador. ¿Cómo? ¿Sin vidas? Entonces es super fácil... No, amigo, ponerle vidas a este juego hubiera sido desperdiciar líneas de programación. Vas a perder tantas que no merece la pena llevar la cuenta de ellas. Empiezas el juego con 2 vidas y cada vez que mueres se va restando una, pero sin detenerse en cero, de manera que puedes acabar la fase con -2 vidas o... con -20 o -30 que será lo más habitual.
Como podréis ver por las imágenes, el juego es una especie de clon del juego de Nintendo Super Mario Bros., esta vez protagonizado por un lindo gatito. Solo tiene 4 fases: la primera y la tercera son similares al mundo 1-1 de dicho juego; la segunda de ellas es un homenaje al mundo 1-2 (la fase bajo tierra); y la cuarta y última fase es similar a la 1-4, dentro del castillo de Browser.
Su dificultad no radica en saltos imposibles (que alguno hay), ni en que haya gran cantidad de enemigos (no hace falta) sino que el juego te reta en constantes trampas. Trampas que demuestran el especial sentido del humor que probablemente tenía su creador. Son tantas y tan variadas que al final te ves avanzando por el juego con miedo de saber dónde estará la siguiente... xD
Para que os hagáis una idea os dejo con un wallthrough de su primera fase. Son 9 minutos, sí, pero si de verdad sois capaces de pasaros la fase 1 a la primera en menos tiempo... que va, seguro que no sois capaces.
Como veréis, la primera trampa consiste en que no puedes alcanzar el primer bloque con la interrogación. La segunda es que aparece un bloque de piedras al intentar reventar la siguiente '?'. Todo inofensivo hasta ahora. Pero es que si lo intentas con el bloque de la '?' de arriba, en vez de moneda o seta sale un enemigo. Y la primera vez que saltas la siguiente tubería aparece un malo que te endiña irremediablemente.
A partir de ahí... os animo a descubrirlo por vosotros mismos: bloques que aparecen cuando intentas saltar precipicios, manándote para abajo a tí también. Tuberías que cuando te metes salen volando por los aires. Nubes que parecen inofensivas pero que también son enemigos. La tierra que desaparece debajo de tus pies. Más bloques que se convierten en pinchos. Finales de fases casi literalmente imposibles... Y así todo un recital de imaginación sobre mil y una maneras de acabar contigo. Y, por qué no, también con tu paciencia.
Como no podía ser de otra manera, la guinda está al final del juego. Si conseguís pasaros las 4 fases hasta el final, os espera otro gato (sustituyendo al Browser de turno) que hará desaparecer el suelo. Si consigues sobrevivir a eso, el techo se caerá encima tuya. Pero si también consigues salir de esa, irremidiablemente te darás de morros contra un fornido pollo (sí, habéis leído bien) que acabará contigo te pongas como te pongas.
No, para pasártelo tendrás que saltar en un robot volador que te catapulta a lo alto de la pantalla y que te permite pasar por encima de todo esto. Y, para terminar... xD No, ya está, un gracias por haber jugado, que ya has llegado bastante lejos.
Por si os ha sabido a poco, el juego también posee un modo bonus (si pulsáis '0' en la pantalla de inicio) que genera fases con los elementos puestos aleatoriamente, no digo más. Por si el modo normal no fuera ya bastante difícil.
Como os digo, que yo os lo cuente aquí o que veáis unos vídeos no es nada comparado con que lo juguéis. De verdad os invito a que le echéis un rato. Cuando lo acabéis (o se os acabe la paciencia, que es más probable), dejad un comentario sobre que os ha parecido... si no habéis machacado el teclado de pura rabia xD
Ah, y por cierto, gracias Joaquín por el soplo.