Érase una vez una feria de videojuegos en Los Ángeles llamada E3 2011. Tres cerditos asistieron a este evento, construyeron sus casitas e invitaron a entrar a ellas a todos los asistentes que por allí pasaban.
Sorprendido por tanto jolgorio y colorido, un lobito que vivía en una colina cercana se decidió a bajar al valle y ver qué se cocía por ahí. Andaba hambriento, pues el invierno había sido largo, y tenía una debilidad especial para la carne de cerdo. Su nombre, el lobo Hype.
La primera casa que el lobo visitó fue la del cerdito Microsoft. Éste, amablemente le dejó pasar y le enseño su casa con su (amplio, de más de 2 metros) salón presidido por la última invención del cerdito: Kinect.
El cerdito le enseñó al lobo Hype todo lo que Kinect podía hacer: Kinect Sport Season 2, Kinect Fun Lab, Dance Central 2... pero el lobo no se sintió muy motivado. Le enseñó también Star Wars Kinect, Mass Effect 3 y Forza 4... y nuestro lobo empezó a limarse los colmillos, diciéndole:
“¡Ay, cerdito, cerdito! Tu Kinect no me sorprende, solo te veo mover las lorzas con juegos casuals, me intentas convencer con un ME3 con reconocimiento de voz que aun no tenemos en España y un Forza 4 para el que venderás un nuevo volante... ¿pero no era Kinect el único controlador del futuro? ¿y dónde están los juegos hardcore de verdad? Star Wars no es suficiente, ya lo sabes.”
Tras estas palabras, el lobo sopló y sopló hasta que derrumbó la casita del cerdito Microsoft y luego... se lo comió.
Después de echar una partidita con Kinect (para bajar el atracón de cerdo), se dirigió a la casa del cerdito Sony. Lo primero que vió fue que este cerdito era muy limpio: a la entrada de casa tenía una alfombra que rezaba Welcome Back. ¡Qué curioso!, penso el lobo Hype.
Nada más entrar, el cerdito Sony tenía una sopresa preparada para él: su nueva y flamante PSVita. Un bicharraco de portátil capaz de moverlo tooodo muy bien y muy rápido y con juegos en el horno a punta pala. Aun así el lobo Hype no parecía muy convencido. También le enseño otros de sus juegos en 3D, y sus novedosos remakes en HD y 3D de grandes clásicos. Nuestro lobo, al que no le gustaban demasiado las gafas, lo miró todo y le dijo:
“¡Ay, cerdito, cerdito! 6 años después de tu PSP me traes ahora otra portátil que me huele igual que la anterior (y mi buen hocico no suele fallar). Si, mucha fuerza bruta, pero, ¿no aprendiste nada de la experiencia? ¿Y el 3D? Ya te he dicho que no me gusta ponerme gafas una y otra vez. Además, ¿por qué tienes al Move ahí en un rincón de tu casa? ¿no era tu último pelotazo? ¿tan pronto te has olvidado de él?”
Así, y antes de que entraran unos ladrones y le robaran su cartera, el lobo Hype sopló y sopló hasta que la casa del cerdito Sony derrumbó, para después... comérselo de un bocado.
Tras esto, y no estando aun saciado, se dirigió a la casita del cerdito Nintendo, la que le habían dicho que no sería tan fácil de derrumbar, pues allí trabajaba cierto fontanero. Con sus pezuñas peludas pego a la puerta 3 veces: toc, toc, toc.
Le abrió el cerdito Nintendo con un extraño aparato en las manos. “el mando de mi nueva consola: la Wii U”, le dijo. A lo que nuestro lobito puso una cara un poco rara. Le invitó a pasar y le enseñó todas las nuevas bondades que podría hacer, además de algunos cañeros vídeos.
Pero por si el lobito no estaba satisfecho, el cerdito Nintendo le enseño todas las otras novedades que traía para su portátil 3DS: la vuelta de los pesos pesados (Super Mario, Mario Kart, Luigi’s Mansion y Kid Icarus). Y le prometió y reprometió que sus bajas ventas no eran un mal comienzo, sino señal de que lo bueno aun está por llegar. El lobito, con una cara cada vez más rara, le dijo:
“¡Ay, cerdito, cerdito! Tu nueva consola me tiene descolocado. La idea me gusta, tiene posibilidades, pero algo me huele regular (y no eres tú, cerdito, tú hueles muy bien). Me dices que solo se podrá jugar con un mando por consola pero, ¿acaso U no significa ‘vosotros’ también en inglés? ¿diversión solo para uno? Y después me enseñas unos vídeos de unos juegos corriendo en otras consolas... ¿es todo lo que puedes prometer? Ni yo ni tus brokers lo vemos nada claro. Me da que te estás contagiando de la moda y eso de vender humo no solía ir contigo.”
Dicho esto, salió de la casa del cerdito Nintendo, cogió aire en sus enoooormes pulmones y sopló y sopló hasta que la casa tumbó (con fontanero incluido). Y cuando solo quedaban escombros y un cerdito templando de miedo, ¡ZAS!, se lo comió.
Y colorín colorado este cuento... bueno, en realidad, este cuento no ha hecho más que empezar. Así que el lobito Hype se fue colina arriba pensando satisfecho: si todo sigue así, como me voy a poner en las siguientes ferias xD
El cerdito le enseñó al lobo Hype todo lo que Kinect podía hacer: Kinect Sport Season 2, Kinect Fun Lab, Dance Central 2... pero el lobo no se sintió muy motivado. Le enseñó también Star Wars Kinect, Mass Effect 3 y Forza 4... y nuestro lobo empezó a limarse los colmillos, diciéndole:
“¡Ay, cerdito, cerdito! Tu Kinect no me sorprende, solo te veo mover las lorzas con juegos casuals, me intentas convencer con un ME3 con reconocimiento de voz que aun no tenemos en España y un Forza 4 para el que venderás un nuevo volante... ¿pero no era Kinect el único controlador del futuro? ¿y dónde están los juegos hardcore de verdad? Star Wars no es suficiente, ya lo sabes.”
Tras estas palabras, el lobo sopló y sopló hasta que derrumbó la casita del cerdito Microsoft y luego... se lo comió.
Después de echar una partidita con Kinect (para bajar el atracón de cerdo), se dirigió a la casa del cerdito Sony. Lo primero que vió fue que este cerdito era muy limpio: a la entrada de casa tenía una alfombra que rezaba Welcome Back. ¡Qué curioso!, penso el lobo Hype.
Nada más entrar, el cerdito Sony tenía una sopresa preparada para él: su nueva y flamante PSVita. Un bicharraco de portátil capaz de moverlo tooodo muy bien y muy rápido y con juegos en el horno a punta pala. Aun así el lobo Hype no parecía muy convencido. También le enseño otros de sus juegos en 3D, y sus novedosos remakes en HD y 3D de grandes clásicos. Nuestro lobo, al que no le gustaban demasiado las gafas, lo miró todo y le dijo:
“¡Ay, cerdito, cerdito! 6 años después de tu PSP me traes ahora otra portátil que me huele igual que la anterior (y mi buen hocico no suele fallar). Si, mucha fuerza bruta, pero, ¿no aprendiste nada de la experiencia? ¿Y el 3D? Ya te he dicho que no me gusta ponerme gafas una y otra vez. Además, ¿por qué tienes al Move ahí en un rincón de tu casa? ¿no era tu último pelotazo? ¿tan pronto te has olvidado de él?”
Así, y antes de que entraran unos ladrones y le robaran su cartera, el lobo Hype sopló y sopló hasta que la casa del cerdito Sony derrumbó, para después... comérselo de un bocado.
Tras esto, y no estando aun saciado, se dirigió a la casita del cerdito Nintendo, la que le habían dicho que no sería tan fácil de derrumbar, pues allí trabajaba cierto fontanero. Con sus pezuñas peludas pego a la puerta 3 veces: toc, toc, toc.
Le abrió el cerdito Nintendo con un extraño aparato en las manos. “el mando de mi nueva consola: la Wii U”, le dijo. A lo que nuestro lobito puso una cara un poco rara. Le invitó a pasar y le enseñó todas las nuevas bondades que podría hacer, además de algunos cañeros vídeos.
Pero por si el lobito no estaba satisfecho, el cerdito Nintendo le enseño todas las otras novedades que traía para su portátil 3DS: la vuelta de los pesos pesados (Super Mario, Mario Kart, Luigi’s Mansion y Kid Icarus). Y le prometió y reprometió que sus bajas ventas no eran un mal comienzo, sino señal de que lo bueno aun está por llegar. El lobito, con una cara cada vez más rara, le dijo:
“¡Ay, cerdito, cerdito! Tu nueva consola me tiene descolocado. La idea me gusta, tiene posibilidades, pero algo me huele regular (y no eres tú, cerdito, tú hueles muy bien). Me dices que solo se podrá jugar con un mando por consola pero, ¿acaso U no significa ‘vosotros’ también en inglés? ¿diversión solo para uno? Y después me enseñas unos vídeos de unos juegos corriendo en otras consolas... ¿es todo lo que puedes prometer? Ni yo ni tus brokers lo vemos nada claro. Me da que te estás contagiando de la moda y eso de vender humo no solía ir contigo.”
Dicho esto, salió de la casa del cerdito Nintendo, cogió aire en sus enoooormes pulmones y sopló y sopló hasta que la casa tumbó (con fontanero incluido). Y cuando solo quedaban escombros y un cerdito templando de miedo, ¡ZAS!, se lo comió.
Y colorín colorado este cuento... bueno, en realidad, este cuento no ha hecho más que empezar. Así que el lobito Hype se fue colina arriba pensando satisfecho: si todo sigue así, como me voy a poner en las siguientes ferias xD
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